El nuevo año nos llena de propósitos, de ilusiones y de nuevas metas a alcanzar… ¿Por qué no aprovechar también para trabajar aquellas cosas en nuestros hijos que creamos necesario? De manera lúdica y adaptada a la edad de los mismos, podemos “ofertarles” pequeños logros a conseguir, al igual que van a hacer sus papás y mamás. Desde empezar a hacer la cama antes de ir al cole, a proponer media hora de lectura al día, o responsabilizarse de la mascota que tengamos en casa… La idea es que parezca un juego y que el nuevo o nuevos propósitos (no pondría más de 3… esto también va para lo adultos) les haga ser más responsables y vaya en pos de su mayor autonomía y por consiguiente autoestima, base de se futuro mundo como adulto más equilibrado.