Todos tenemos innumerables ocasiones en las que agradar a los que nos rodean, en hacer cosas por los demás, incluso sin buscar el reconocimiento, sino de manera innata, algo que nos sale desde dentro.

Pero, ¿qué ocurre cuando nuestra vida se va en ello? En ser del agrado de todos… Puede resultar una tarea bastante agotadora, e incluso ineficaz. No podemos caerle bien a todo el mundo, y tampoco podemos vivir con ese empeño, ya que en agradar a los demás (a cualquier precio) se nos va demasiada energía. Debemos empezar por querernos y aceptarnos un poco más; y la necesidad de “estar pendiente” de lo que piensen los demás dará paso a relaciones más bidireccionales, en las que los demás también te puedan agradar a ti.

¿Te reconoces en esta situación? Pon remedio, aceptándote.

Tenesor Lorenzo
616500988
PRIMERA CONSULTA GRATUITA
Col. P-2024
Registro Sanitario Servicio Canario de Salud, número 6199