¿Cuántas veces has discutido con tu pareja porque ha mirado a alguien mientras estaba contigo? En la playa, en el supermercado, en el cine, por la calle… cualquier lugar con personas es idóneo para que observes como la persona que te lleva de la mano mira a otra. La cuestión es que el/la que mira eres tú.

Ves venir el peligro pues tú mismo/a has calificado a esa persona como atractiva, incluso te has fijado en ella… y se disparan las alarmas, y de ahí a perder el control y recriminárselo a tu pareja va un paso.

Este tipo de actitudes son el resultado de una baja autoestima y de un concepto de sí mismo poco adecuado, y de un sentimiento de inferioridad, que en nuestra vida en pareja se traduce en: “me va a dejar por cualquiera que vea”.

Recuerda, eres tú el/la que mira; aprende a controlar tus impulsos y a ir más tranquilo/a por la calle, disfrutando y no en alerta.

Tenesor Lorenzo
Col. P-2024
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