En vez del “enfrentamiento pesimista” que a veces se adueña de nosotros ante las adversidades propias de la vida, podemos modificar nuestra manera de enfrentarnos al suceso de forma más constructiva. En ocasiones entiendo que sea más fácil acercarnos al desánimo, incluso al victimismo: “¿Por qué a mí?”. Cambiemos esa pregunta, por una reflexión sobre lo que nos perturba, sobre esos hechos que nos sumen en la mayor de la desesperanza, convirtiéndolo en un aprendizaje y en una piedra en el camino… y no en el camino en sí…
¿Para qué sirve esto que me pasa?
Acerca del autor: Tenesor Lorenzo
Soy Diplomado en Pedagogía Terapéutica. Realizo Terapias de Pareja, Terapias Familiares y Terapias a Niños y Adolescentes. Si necesitas superar tus obstáculos cuenta conmigo, puedo ayudarte.
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