1. Aparición de pensamientos negativos.

Los pensamientos negativos son aquellos que nos “arrastran” a la desesperación y que aparecen en nuestra mente, con la intención de quedarse. Pueden acompañarnos desde el comienzo del día, hasta la hora de irnos a dormir.

Basta con poner un pie en el suelo, para que dichos pensamientos se hagan presentes y nos suman en un estado de desesperanza. Frustraciones, interpretaciones catastrofistas, obsesiones de que algo malo nos va a pasar¿por qué aceptarlos como algo normal en vez de “enfrentarnos ” a ellos?

En psicología, hay numerosos tratamientos para paliar los efectos negativos que tienen en nuestra vida, en todos los sentidos: familiar, laboral, pareja, amigos… Destacar la detención o parada del pensamiento. Podemos entrenar nuestra mente para que ante la aparición del pensamiento negativo que nos perturba, podamos “frenarlo” y modificarlo por otro. Para ello es fundamental el entrenamiento en la detección de los mismos… en resumen, es anteponernos a él, ganándole la batalla, identificándolos.

En ocasiones, dichos pensamientos negativos aparecen en nuestra mente, por la inexistente comunicación, por nuestra parte, de sensaciones, emociones o problemas que estamos padeciendo o hemos padecido en un pasado. De ahí la importancia de “hacer visibles” los problemas, en forma de palabras, aprendiendo a verlos desde otro prisma, desde otra perspectiva para conseguir lo que señalamos con anterioridad, transformar los pensamientos negativos, así como sus síntomas a nivel fisiológico, en un aprendizaje más en nuestra vida, y sobre todo, aprender a identificarlos y trabajar sobre ellos, no asumirlos así sin más.

Tenesor Lorenzo.
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